Ayuda a regular el equilibrio de fluidos y la pérdida de agua en el cuerpo, evitando la deshidratación y los problemas relacionados.

Actúa como una barrera protectora contra infecciones, químicos y otros factores ambientales. 

Una piel sana y radiante puede aumentar la confianza y la autoestima, contribuye al bienestar emocional y puede mejorar la calidad de vida.

Incorporar cuidados simples y consistentes en tu rutina diaria es una inversión en tu salud y bienestar a largo plazo. ¡Tu piel te lo agradecerá!

Protégete del sol

• Usa protector solar diariamente.
  Aunque no te expongas al sol, aplica una buena cantidad y no olvides reaplicar tu protector cada 4 horas.
  
  
• Evita el sol cuando los rayos solares son más intensos.
  Entre las 10 de la mañana y las 4 de la tarde.
  
  
• Usa ropa de protección.
  Protégete la piel con prendas holgadas y mangas largas, pantalones largos y sombreros de ala ancha.

Trata tu piel con suavidad

• Limita la duración del baño y evita los jabones fuertes.
  El agua caliente, los baños prolongados y jabones fuertes eliminan los aceites naturales de la piel. Usa agua tibia en lugar de agua caliente.
  
  
• Aféitate con cuidado.
  Para proteger y lubricar la piel, aplica crema, loción o gel de afeitar antes de afeitarte. Aféitate en la dirección en que crece el pelo, no a contrapelo.
  
  
• Sécate a golpecitos.
  Después de lavarte o bañarte, sécate la piel suavemente con una toalla dando pequeños toques para que quede algo de humedad en la piel.
  
  
• Humecta la piel seca.
  Si tienes piel seca, usa una crema corporal que se adapte a tu tipo de piel..

Lleva una vida saludable

• Come saludable.
  Una dieta equilibrada es la mejor garantía para mantener la piel sana y bonita. La piel se nutre desde el interior, y una incorrecta alimentación se refleja en el aspecto exterior.
  
  
• Bebe mucha agua.
  Ayuda a mantener la piel hidratada.
  
  
• Practica ejercicio físico.
  Genera un aumento en la perfusión y circulación sanguínea hacia la piel, favoreciendo entre otras cosas, la llegada de nutrientes y oxígeno, estimulando mejorías en la calidad de la piel.

Controla el estrés

• La piel puede volverse más sensible y se pueden desencadenar brotes de acné y otros problemas cutáneos. Duerme lo suficiente y encuentra tiempo para hacer las cosas que disfrutas.
  
  Si hay algo que te preocupa, considera hablar con un psicólogo para obtener apoyo profesional y trabajar en estrategias para manejar tus inquietudes.

No fumes

• Fumar contribuye a la formación de arrugas.
  
  
• Fumar también daña el colágeno y la elastina, las fibras que le aportan fortaleza y elasticidad a la piel.
  
  
• Fumar aumenta el riesgo de carcinoma espinocelular.
  
  Si fumas, dejar de hacerlo es la mejor manera de protegerte la piel. Pídele a tu médico consejos o tratamientos que te ayuden a dejar de fumar.

A

A de asimetría: si partimos en dos el lunar una mitad es diferente a la otra.

B

B de bordes: si los bordes son irregulares (mellados o con muescas)

C

C de color: los que tienen más de 2 colores es mejor vigilarlos.

D

D de diámetro: si el diámetro es mayor de 6 mm hay que prestar atención.

E

E de evolución: si cambia de aspecto ante cualquier cambio en un lunar, no lo dudes, consulta con un dermatólogo.